Por Laura M. Benítez – Redacción Especial | 20 de junio de 2025
En la comunidad de Santa Lucía del Camino, en el estado de Oaxaca, una historia ha comenzado a recorrer la región y a provocar reacciones tan intensas como la leyenda que cuenta. Una mujer de 68 años, conocida por todos como Doña Mariana, asegura que tras cocinar con un tipo de chile silvestre recogido en el monte, experimentó una visión que la llevó a “ver el más allá”.
Aunque parezca parte del folclore tradicional o un relato inventado para redes sociales, los hechos han sido registrados en video por su nieto, y la historia ha captado la atención de investigadores, periodistas locales y curiosos que han comenzado a hablar de lo que llaman “el chile del umbral”.

Un chile desconocido
Todo comenzó el pasado 11 de junio, cuando Doña Mariana decidió preparar una salsa casera para acompañar unos tamales que estaba cocinando para la festividad de San Antonio. Como era su costumbre, salió temprano al monte para recolectar hierbas frescas y algunos chiles silvestres. Esa mañana, encontró un arbusto que no había visto antes, con pequeños frutos oscuros, entre morado y negro. Según relató, al tocar uno de los chiles, sintió un ligero ardor en la yema de los dedos, pero lo atribuyó a la sensibilidad de la piel.
Sin pensarlo mucho, recogió varios y los incorporó a su receta tradicional de salsa molcajeteada. “El olor era más fuerte de lo normal, picaba hasta en los ojos antes de molerlos”, relató en una entrevista posterior. Fue al probar la salsa cuando comenzó lo extraño.
La experiencia
“Sentí primero un calor en la garganta que no era normal. No era solo picor. Era como si me estuvieran quemando desde adentro, pero sin dolor. Después, me mareé. Cerré los ojos y cuando los abrí, ya no estaba en mi cocina”, asegura Doña Mariana.
Lo que vio, según su propio testimonio, fue una especie de campo cubierto por neblina, con figuras humanas paradas a lo lejos. Algunas le resultaban familiares: su madre fallecida, su esposo muerto hacía diez años, incluso un hermano que había desaparecido en los años ochenta. “No me hablaban. Solo me miraban. Uno de ellos —que no reconocí— me dijo con voz grave: ‘Este chile no era para los vivos’”.
Doña Mariana cayó al suelo, inconsciente, por unos segundos. Su nieto, Arturo, quien estaba grabando el momento porque quería subir una receta tradicional a YouTube, captó el instante exacto en el que su abuela se queda inmóvil, con la mirada perdida, y pronuncia la misma frase: “Este chile no era para los vivos”.
Reacciones en la comunidad
El video fue subido a redes sociales como una simple anécdota familiar, pero se volvió viral rápidamente. En apenas 24 horas, acumuló más de 300.000 visualizaciones en TikTok y fue compartido en varios grupos de WhatsApp de comunidades rurales de Oaxaca y Chiapas.
Muchos usuarios comenzaron a compartir historias similares: campesinos que alguna vez probaron chiles silvestres y sintieron “cosas raras”, curanderas que conocían la existencia de ese arbusto pero advertían no tocarlo, y relatos de zonas donde ese chile era utilizado en rituales antiguos para contactar con espíritus.
Incluso algunos antropólogos han comenzado a interesarse en el caso. El profesor Víctor Herrera, de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, confirmó que existen especies de chile no clasificadas que crecen en zonas altas de la Sierra Mixe, algunas con concentraciones de capsaicina tan elevadas que pueden provocar alucinaciones, especialmente en personas mayores o con problemas de salud.
¿Efecto psicológico o experiencia real?
Aunque muchos han atribuido lo ocurrido a una intoxicación leve, o a un efecto psicosomático provocado por el consumo de un alimento demasiado picante, hay quienes no lo creen tan simple.
El Instituto Nacional de Medicina Tradicional y Etnobotánica (INMTE) ha enviado un equipo para analizar muestras del chile utilizado por Doña Mariana. Aún no han publicado resultados, pero en un comunicado indicaron que “no se descarta la existencia de compuestos psicoactivos en ciertas variedades silvestres, especialmente en aquellas no domesticadas ni estudiadas”.
En paralelo, varios miembros de la comunidad han pedido que se respete la creencia de que ciertos alimentos pueden tener propiedades espirituales. “En la montaña hay cosas que no deben tocarse. Hay plantas que los abuelos decían que eran del otro lado”, explicó Don Fidel, un anciano zapoteco que vive a pocos kilómetros de donde ocurrió el incidente.
Una historia que ya forma parte de la leyenda local
Mientras tanto, Doña Mariana ha decidido no volver a cocinar con ingredientes del monte sin consultar primero con algún sabio de la comunidad. Aunque se encuentra bien de salud, asegura que no quiere repetir la experiencia.
“No fue miedo. Fue respeto. Yo sé que vi algo que no me correspondía ver. Ese chile me abrió una puerta, pero no todas las puertas hay que cruzarlas”, concluyó.
Sea real o no, lo ocurrido en Santa Lucía del Camino ya ha pasado de ser un simple episodio doméstico a convertirse en una nueva leyenda popular oaxaqueña. Una historia que mezcla el poder de la tierra, el misterio de lo desconocido y la fragilidad de la línea que separa lo real de lo invisible.